viernes, 5 de octubre de 2012

Un señor equivocado debe estudiar historia. (Primera Parte)


Avión North American Super Sabre sobrevolando el malecón.
 Por Eduardo

Un señor, de cuyo nombre no quisiera ni acordarme, ha lanzado a la República de Cuba el apelativo de “hijo bobo del que lo adopte”, y “parásito internacional”. Y como cuando yo le dé respuesta a esta ofensa, sé que van a empezar a decir que no están hablando de Cuba, sino del Gobierno, yo defiendo la posición de que los Consejos de Estado y de Ministros son, los únicos y verdaderos representantes del pueblo de Cuba, en virtud del texto constitucional aprobado en 1976, en Referendo Popular, y que fue ratificada por el 97,7% de los cubanos de aquella época.

Tomando como fuente el texto constitucional para no abusar de mi memoria, se puede leer textualmente: 

“El 12 de julio de 1992 fue aprobada en sesión convocada al efecto, de la Asamblea Nacional del Poder Popular, la Ley de Reforma Constitucional encaminada a cumplimentar las recomendaciones del IV Congreso del Partido Comunista de Cuba adoptadas como resultado del debate público, abierto, franco y sereno con el pueblo, del Llamamiento que lo convocó y que evidenció, en lo concerniente a la actividad de los organismos estatales, la necesidad de encontrar vías para hacer aún más representativas las instituciones democráticas y, consecuentemente, adoptar decisiones con vista a perfeccionar sus estructuras, atribuciones y funciones de dirección en sus diferentes instancias; incluir precisiones sobre la gestión del gobierno en provincias y municipios; establecer nuevas formas de elección de los diputados a la Asamblea Nacional y de los delegados a las asambleas provinciales, así como otras cuestiones de interés para la vida institucional del país. La Constitución también fue modificada con el fin de garantizar y ampliar el ejercicio de numerosos derechos y libertades fundamentales y los derechos civiles y políticos de los ciudadanos y extranjeros.”