Por Eduardo
Dedico la
segunda parte de este artículo al triunfo electoral del Comandante Hugo Rafael
Chávez Frías, al frente del hermano pueblo de Venezuela el pasado 7 de octubre,
y al inicio de nuestras guerras de independencia.
La segunda parte de mi trabajo está
relacionada con las relaciones entre Cuba y Venezuela. Como decía Martí
"Cuba no anda de pedigüeña por el mundo, anda de hermana, al salvarse
salva". Y además de ello, llamó a Venezuela "La Madre de todas las
Repúblicas Americanas". Afirmó asimismo "Deme Venezuela en qué
servirla, ella tiene en mí un hijo". ¿Y usted cree que los nacidos en esta
tierra, ante el legado del más grande de los cubanos, van a detenerse con
vacilaciones en nuestra relación con la República Bolivariana,
solo porque no les guste a los yanquis o algunos de ustedes en la comunidad
cubana en el exterior? ¿Es que usted aprecia alguna diferencia sustancial entre
un cubano un boricua, un brasileño, un dominicano, o un venezolano? Tanto
superficialmente como en el fondo somos lo mismo. Somos simplemente los pueblos
latinoamericanos.
El futuro y la supervivencia de América
Latina pasa por la
Integración. Si los europeos, que se han pasado la vida
fajados entre ellos, que tienen diferentes razas, culturas, idiomas y religiones,
se unen. ¿Por qué han de andar separadas las naciones al Sur del Río Bravo?
Claro, usted defiende la posición yanqui; tratar de alimentar las mínimas
diferencias entre nuestros países, para mantenernos separados (el caso del
Uribe en Colombia es una vergüenza latinoamericana), lo cual es lo mismo que
decir controlados. Ya lo dijo el Apóstol “¡Los árboles se han de poner en fila
para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de
la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces
de los Andes.”