Por Eduardo
Orlando:
En conclusiones, que debemos irnos
acostumbrando a la idea de que seguiremos confrontando a la ideología del
imperio, pero manteniendo relaciones con ellos como casi todo el mundo en el
planeta. Porque creo que somos, junto con Irán y Corea del Norte los únicos que
no tienen en su país una embajada yanqui (para que no empieces a joder con esos
narras, sabes lo que pienso con respecto a la estupidez de confundir a los
comunistas cubanos con los defensores de la idea Suche).
Y el asunto no es tener una embajada yanqui o
no, sino que Cuba merece un trato de igual a igual y tener con todos los países
del mundo, aunque no coincidan con la idea de democracia que tengamos, y poder
tener paz y comercio justo para ver si algún día llegamos a desarrollarnos como
nación.
Cuba ha estado siempre entre la batalla de los
imperios por su hegemonía. Hace unos días acudí a la presentación de un libro
que se llama “Cuba entre tres imperios”, que habla de la historia de Cuba hasta
la toma de La Habana por los ingleses, o como se le conoce en Cuba, “la hora de
los mameyes”, por las casacas rojas de la infantería inglesa. Pues compadre,
uno se queda frío de comprobar de que durante siglos, todos los imperios de
turno se han querido quedar con Cuba.