El cabo Vigoa, uno de los asesinos batistianos |
Por Eduardo
En su aparente carta de suicidio, Miguel Ángel
Quevedo, director de la Revista Bohemia al triunfo de la Revolución, aduce que
los 20000 muertos fueron un invento de Enriquito de la Osa. Yo siempre he
sospechado acerca del texto de esta misiva. Su contenido me recuerda mucho la
lexicología que hasta hoy usan los alabarderos de la gusanera. El estilo no me
cuadra con otros trabajos que he leído de Miguel Ángel Quevedo, quien es
considerado con justicia por muchos como uno de los grandes periodistas cubanos
de todos los tiempos.
Ahora bien, tengo un ejemplar encuadernado de
los tres números de la revista Bohemia, Edición de la Libertad, que salieron
las tres primeras semanas del triunfo revolucionario. En ella aparecen los
nombres de las víctimas del régimen de terror de Batista, uno por uno, y se
relatan las circunstancias del fallecimiento del occiso. Un día en el Blog LaJoven Cuba reproduje estas páginas de Bohemia fotocopiadas y el menor insulto
que me reglaron fue el de perro esbirro, comunista, lamebotas de Fidel.
Inclusive en esas listas se incluyen también los caídos del bando batistiano,
que en definitiva, también son víctimas de una cruenta guerra civil provocada
por Batista con su golpe de estado del 10 de marzo.