viernes, 11 de marzo de 2016

Socialismo con conciencia y hombre nuevo.

Urbanización construida por la Revolución Bolivariana.
 Por Eduardo

Hace unos días Maduro entregó la vivienda número un millón para los pobres de Venezuela. Eso es lo que le duele a la oligarquía, que ese dinero en vez de robárselo como antes, le sea entregado al pueblo como parte de las políticas de desarrollo social. 
No hay un solo proyecto revolucionario que no haya tenido que lidiar con el oportunismo y el arribismo. El caso más notorio es el de Joseph Fouché, que en el período tumultuoso de la Revolución Francesa y la restauración borbónica pasó por todos los gobiernos de ese período con la cabeza sobre sus hombros, cuando hombres mucho más poderosos que él como Robespierre, Dantón o el mismísimo Napoleón pasaron a mejor vida. 
El que un día durante el Terror Jacobino fue conocido por el “Ametrallador de Lyon”, en el que guillotinó y fusiló a miles de nobles, religiosos y burgueses, se transformó durante la restauración monárquica en el Duque de Otranto. La Revolución Cubana, también ha sufrido el embate de este tipo de personaje. De hecho una de las batallas que estamos librando desde las filas de nuestro glorioso Partido Comunista de Cuba, es el enfrentamiento contra la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales.