viernes, 3 de marzo de 2017

Hoy hablamos de Cine Cubano.

Cartel de la película Guantanamera
 Por Eduardo

He leído con atención el post de mi amigo Guiteras acerca de la reaparición del cineasta y crítico de cine Enrique Colina en la programación de la televisión nacional y los comentarios de todos relacionados con su post, y tengo que confesar que aunque comparto la alegría del retorno de 24 x segundo, aunque sea solo como una sección de 15 minutos del programa Arte 7, y aunque conozco de sobra las intenciones de mi compañero a la hora de publicar la carta, donde primó su deseo de motivar el debate en La Joven Cuba, no comparto algunos aspectos de la visión de Colina acerca del papel que han jugado algunas producciones del ICAIC en nuestro devenir artístico, y sobre todo revolucionario. 
Y que conste que si alguien no se perdía, se pierde, o se perderá, un programa de Colina soy yo. Si el pueblo cubano es profundamente conocedor del arte cinematográfico, tal y como refieren actores, directores y críticos que acuden a los principales festivales cinematográficos realizados en nuestro país cada año, se debe entre otras cosas a la labor que han realizado durante muchos años una pléyade de pedagogos de la cinematografía como José Antonio González, Mario Rodríguez Alemán, Tony Mazón Robau, Frank Padrón, Rufo Caballero, Rolando Pérez Betancourt, Martha Araújo, el propio Enrique Colina, y muchos otros, quiénes desde nuestros medios de comunicación nos han transmitido las claves para desentrañar los misterios del arte de las imágenes en movimiento.